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Ejercicio en Cáncer y su importancia

  • Foto del escritor: Dra. Andrea Saborío Villafuerte
    Dra. Andrea Saborío Villafuerte
  • 2 sept
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 2 sept

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La actividad física y el ejercicio no solo es seguro para la mayoría de las personas con cáncer, sino que también es altamente beneficioso antes, durante y después del tratamiento. Tiene también un papel crucial en la prevención, respuesta al tratamiento y la recaída de la enfermedad. Entre sus principales beneficios tenemos los siguientes:


  • Mejora la calidad de vida: reduce la fatiga (la sensación de agotamiento), mejora el estado de ánimo y aumenta la energía. Ayuda a mantener la independencia en las actividades diarias. Además de que mantiene un peso saludable, lo cual es importante ya que la obesidad está relacionada con un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer

  • Reduce los efectos secundarios del tratamiento del cáncer: como lo son la debilidad muscular, la pérdida de masa ósea, y la disminución del movimiento.

  • Mejora el sueño y la ansiedad: minimiza los efectos psicológicos de la enfermedad y sus tratamientos.

  • Fortalecimiento del sistema inmunológico: Mantenerse activo puede fortalecer el sistema inmunológico, lo que es crucial para combatir el cáncer y otras enfermedades.

  • Prevención de la recurrencia: Algunos estudios sugieren que el ejercicio regular puede reducir el riesgo de recurrencia de ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de mama y el cáncer de colon.

  • Mejora el estado físico general: el ejercicio mejora la fuerza muscular, la salud cardiovascular, la flexibilidad y la resistencia; lo cual ayuda a los pacientes a mantenerse independientes y activos.


Para obtener los estos beneficios debemos de tener una actividad física regular y una prescripción del ejercicio adecuada. Es crucial para las personas que padecen o son sobrevivientes del cáncer practicar ejercicio, el cual le traerá beneficios a corto, mediano y largo plazo, tanto física, emocional y psicológicamente. 

Esta es una guía corta y fácil de como inicial un programa en casa de actividad física antes, durante o después de los tratamientos de su enfermedad. 


 Lo primero; busque un espacio cómodo, amplio, en una superficie plana y sin objetos de riesgo, si lo considera necesario puede estar acompañado, y recordar hidratarse constantemente.

Primero lo primero, calentar y mover las articulaciones: realice movimientos suaves y controlados empezando por la cabeza de manera circular 10 repeticiones de un lado y luego al otro. Repetir este ejercicio con los hombros, codos, muñecas, cintura, caderas, rodillas, y finalmente con los tobillos. 

Caliente caminando de manera estática levantando las rodillas hacia al frente lo más alto posible y simultáneamente balanceado el brazo contrario a la rodilla levantado, de 5 a 10 min.


Ejercicios:


  • Elevación de hombros

  • Flexión de codos

  • Extensión de codos

  • Sentadilla isométrica y dinámica en silla 

  • Extensión de rodillas

  • Abducción de caderas

  • Plantarflexión 


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3 series, 10 repeticiones.

Esfuerzo moderado: poder hablar pero no cantar.

Final:

Ejercicios de respiración: 2 series 10 repeticiones.



Escrito por:

Dra. Andrea Saborío Villafuerte

Especialista en Medicina Física y Rehabilitación de la Universidad de Costa Rica

Presidenta de la Asociación de Médicos Fisiatras de Costa Rica


Intragram: cr_rehabdra

Teléfono: 62631925


 
 
 

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